Death Proof: La prueba de la muerte de la neurona

2007/11/21

Death Proof: La prueba de la muerte de la neurona

Dirección: Quentin Tarantino
¿Guión?: Quentin Tarantino
Fotografía: Quentin Tarantino
Edición: Rally Menke
Música: Jack Nitzsche
Intérpretes: Rose McGowan, Sydney Poitier, Rosario Dawson, Vanessa Ferlito, Jordan Ladd, Tracie Thoms, Kart Russell.
Duración: 114 minutos (90 de bostezos)
Aspecto en pantalla: 2.35:1
DVD: Versión bucanera del mercado de Santa Tere (1 en 25, 5 por 100)

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En aras de resucitar un sub-género cinematográfico caracterizado por dosis irracionalmente divertidas de violencia, tetas y culos, Quentin Tarantino y su camarada Robert Rodríguez se dieron a la tarea de retomar algunas de los temas de esas cintas que tuvieron su auge en los años 70’s y que se dejaban ver en los autocinemas o en las salas de segunda o tercera corrida.

Tarantino eligió la variante del road movie, cinta que se desarrolla de manera predominante en las carreteras y que por lo general implica una serie de persecuciones con breves interludios que solo servían para que el espectador descanse del frenesí de la acción.

En este caso, Tarantino cometió un pecado que estas cintas nunca hacían: aburrir al espectador. En aras de mantener sus marcas de fábrica (larguísimas conversaciones en torno a una mesa, una escena de baile, Quentin apareciendo como Quentin, referencias culturales, etc.), el realizador se olvidó (o no supo recrear) el espíritu desfachatado y absurdo del cine de explotación, tanto así que, cuando la acción por fin llega, se convierte en un caso de demasiado pero demasiado tarde. Vaya, ni siquiera algo de desnudos gratuitos y de mal gusto.

Triste es el caso de aquellos que celebran a Tarantino como una especie de dios personal sin tomarse la molestia de verificar que incluso desde su primer cinta este señor se ha dedicado a plagiar otras películas sin el menor empacho. En el caso de Reservoir Dogs copió, casi secuencia por secuencia, una cinta de bajo presupuesto oriental, City on Fire. Si ya sé que en este momento me están mentando la madre los que adoran a este señor, pero en verdad que me gustaría ver un trabajo original de este realizador ya que, los directores que admiro, fueron capaces de crear sus propios universos y ser fieles a ellos, sin necesidad de inspirarse u homenajear a otros cineastas.

¿Les gustó Kill Bill?, entonces les sugiero que vean Yakuza de Sydney Pollack y Enter the Dragon de Robert Clouse.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Conoce la frase "no hay nada nuevo bajo el sol"? por si no la entiende quiere decir que ya todo está dicho y hecho.

Pero hay de maneras a maneras de decir y hacer, así que ¿cómo se atreve a comparar a Tarantino con las mugres películas chinas? Ahora, supongamos (pero nomás supongamos) que la historia original sea china, pues deberían de sentirse honrados los canijos amarillos de que Tarantino los tomara en cuenta para replantear la historia, ubicarla en un contexto occidental (afortunadamente) y adaptarla a su maravillosa estética visual.

Afortunadamente tenemos a Tarantino para "traducir" de forma maravillosa las horrorosas películas chinas.

Anónimo dijo...

Haces bien en no "adorar" a QT pero por favor no te olvides de "El caso Jackie Brown" y de su mejor obra, Pulp Fiction de la cual puedes sacar literalmente miles de referencias pero la tonica de esa pelicula es U-N-I-C-A.