Mis viejas salas de cine III

2008/10/09

Mis viejas salas de cine III

Pa' mis compas Chepo y Luis Arturo, por pedotes...

Mi querido amigo, el malignísimo Chepuita Descalzo me invitó a tomar un cafecín, pero como todos ustedes saben, lo que empieza con tierna cordialidad por lo general acaba degenerando en una pinche pedota marca mierda. Total que por influencia del Traumatólogo Perverso acabamos en La Fuente, una de las cantinas de rancio abolengo del primer cuadro de Guanatos. Este lugar donde corre el licor que da gusto y cantan tenores negros al compás del amor que ni se olvida ni se deja, fue el espacio donde de manera por demás desordenada y lépera abordamos temas que fueron de la fundamentación del ateísmo a las virtudes de los churritos con un chingo de limón y salsita (más, póngale maaaas).

Pero por si ustedes, mis queridos sarnosos, nunca se han estacionado de noche por el centro de esta ciudad, me permito comentarles que sencillamente está del nabo, especialmente si uno acude por la zona del edificio Mulbar con ánimo levantar un humilde chichifo vestido como Gloria Trevi, pero con manos, boca y voz de Barack Obama. Total (si me hubieras querido) que nos estacionamos como A TRES PINCHES PINCHES CUADRAS de la susodicha cantina (y yo al punto del truene del boli) y ni pedo, a caminar.

Ya casi para llegar pasamos por la Sala Greta Garbo, un lugar pequeñito en el que hace muchos años se exhibían películas clásicas o de segunda vuelta (no digo corrida porque luego nunca falta un pinche lépero malintencionado). En ella pude ver cintas que iban desde Woody Allen, hasta The Song Remains The Same de Led Zeppelin.

Pero la vida es dura para los circuitos alternativos, no les ha quedado de otra más que exhibir pelos, tetas y penes enhiestos con tal de no morir. Por esa pantalla en la que alguna vez estuvieron los rostros de Bogart y Bergman, ahora danzan en complejas coreografías las generosas plasticidades de Jena Jameson, Shyla Stylez, Nikki Anderson y tantas y tantas tetas, coños y pitos anónimos.

Mi vieja sala de cine, ese lugar en el forjé buena parte de mi cinefilia, ahora es un espacio para el placer solitario. Triste condena esta la de mis mejores espacios y recuerdos, fueron devorados por una ciudad lujuriosa que no conoce la piedad, apenas y acaso comprende que el placer fugaz requiere de pocas monedas.

Y por cierto, cuando exhiban “Por chicuelinas vol. 6”, no se la pierdan chiquitines! Les resultará más inspiradora que un curso intensivo con Alex Dey.



2 comentarios:

AlexanderNevski dijo...

Puede que caiga en saco vacio o que suene excesivamente pedante o alagador, pero bueno... hay mil cosas con las que comparto tu opinión y puede que me hayas influenciado a crearme un blog de cine. Llevo leyendo tu blog desde Jesucristo de Montreal y más allá, e incluso me tragué la pérfida "visitor Q" por mera curiosad, todavia no te lo perdono!! casi me pierdo una sesión de cine con la trilogia de Denys Arcand por terminar de ver esa "pelicula" xD.
Y eso... que me debes una jajaja Así que para autocompensarm y ver si entablamos relacion, estaba realizando mi intento de cometario sobre la pelicula de Cantinflas "Ahí esta el detalle" y me cercioné de que eras mexicano... con lo cual se me ocurrió a ver si tu sabias algo de la vida de Álvaro Chapa, un criminal en cuyas declaraciones se basó l guionista para realizar la escena del juicio final... y nada... no se... eso... cri cri...
Si no te importa pondré un enlace a tu blog desde el mio, y eso... en fin...
Chao!! Cuidarse y hasta más ver!!

Jorge L. Chacon dijo...

Estimado Nevski:

1. Bienvenido al vecindario!
2. No tengo referencias sobre este señor o sus declaraciones. Tendré que acudir a mi muy empolvada biblioteca cinéfila y, lo que es peor, solicitar ayuda a un especialista en el tema.
3. Por lo general, cada vez que posteo algo sobre un filme es con el muy perverso afán de corromper mentes virginales y escandalizar buenas conciencias. Este blog nada tiene que ver con el cinito jollyvudense.

No estaremos leyendo...