Match Point: La seducción, la culpa, el crimen...

2007/09/21

Match Point: La seducción, la culpa, el crimen...

Dirección: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Fotografía: Remi Adefarasin
Edición: Alisa Lepseleter

Intérpretes: Jonathan Rhys Meyers, Scarlett Johansson, Emily Mortimer, Brian Cox
Origen: UK
Aspecto en pantalla: 1.85:1
Duración: 126 minutos.
DVD: Espantosa edición de Distrimax en formato full-Frame

*

- ¿Tu padre era un trabajador del aceite que se especializaba en etiqueta?

- El era un hombre austero.

- El padre de Chris era un fanático religioso.

- Encontró a Jesús después de perder ambas piernas.

- Lo siento, pero no me parece un intercambio justo.

*

Chris, un tenista venido a menos, intenta sobrevivir al fracaso de su carrera dando clases de tenis en un club privado. En este conoce a un joven con el que desarrolla cierta amistad que lo lleva a conocer a su hermana, pero también a la prometida de su nuevo (y asquerosamente rico) amigo. La historia deriva en un triángulo amoroso en el cual somos testigos de la desintegración moral de Chris y de las acciones que toma con tal de no renunciar al estilo de vida al que se ha acostumbrado.

Así como hay un instante terrible en que nos detenemos a apreciar lo que se encuentra en la punta del tenedor, hay un momento en el que la pelota se detiene en el borde de la red y las posibilidades de triunfo y fracaso se igualan.

Pero hay triunfos con sabor a culpa y amargura. Como en este caso en que nuestro personaje, al ser incapaz de solucionar el dilema moral en el que se metió, opta por una opción brutal en la que aparentemente se disuelve el conflicto, a coste de cargar para siempre el peso de la culpa. Lástima que en la vida real la culpa sea algo tan raro de encontrar. Basta que se detengan en un semáforo y viendo a su alrededor se den cuenta de que a casi todo el mundo le vale madres su prójimo.

Después de muchos años de filmar comedias de bajo perfil que poco hacían por confirmar el genio del creador de Manhattan, Annie Hall y Hanna y sus Hermanas, Allen retomó la veta cínica y prticularmente amarga del realizador que ya se había anunciado en Crímenes y Pecados. Una tendencia en la cual parece certificar que, en efecto, no hay justicia en este mundo de mierda y es posible mentir, traicionar e incluso matar sin que haya consecuencias significativas, más allá de la culpa taladrante en la que se sabe que aquello que alguna vez fue objeto de la pasión se convierte en el peso de la culpa.

Indispensable para los que han sucumbido al deseo de la pasión prohibida y para todos aquellos que han traicionado, sido traicionados, o para quienes tengan contemplado escupir en el afecto que les han regalado.


1 comentarios:

Gala dijo...

Me encantó tu crítica, porque no había entendido el porqué del título de esta película… a veces suelo ser un tanto distraída, a parte no capto nada de deportes.
“Indispensable para los que han sucumbido al deseo de la pasión prohibida y para todos aquellos que han traicionado, sido traicionados, o para quienes tengan contemplado escupir en el afecto que les han regalado”
Sabías palabras…
Es lo mejor de la película que no es castigadora, simplemente el mismo sentimiento de culpa es el que a veces no nos deja ni dormir. O nos hace tener visiones… (final)
Me encantó tu crítica, porque no había entendido el porqué del título de esta película… a veces suelo ser un tanto distraída, a parte no capto nada de deportes.