Pásele, pásele, sensacional película: Face, todo el rencor, miseria, odio y desprecio que la sociedad americana puede soportar, vivir y reproducir

2007/07/12

Faces fueron 215 páginas contra la clase media americana, una expresión de horror hacia la sociedad en general, centrada en un matrimonio. En ella, los hombres usan lo que conocen –las técnicas empresariales— para verificar su nivel de aceptación social. Hacen el amor con un ojo vuelto hacia el respeto y el aplauso, que significarían para ellos que la vida es algo más que la oficina, que su enfermedad moral y aburrimiento pueden ser curadas... si una mujer los encuentra atractivos”.

John Cassavetes

Dirección: John Cassavettes
Guión: John Cassavetes
Fotografía: Al Ruban
Edición: Al Ruban, John Cassavetes
Música: Jack Ackerman

Intérpretes: Gena Rowlands, John Marley, Lynn Carlin, Seymour Cassel
Origen: Estados Unidos, 1968
Duración: 129 minutos
Aspecto en pantalla: 1.78:1
DVD: Filmoteca FNAC

*

Para mi mala suerte (o por puro méndigo capricho) me ha dado por aprovechar mis horas de insomnio poniéndome al día con las decenas de películas que aún tengo pendientes por ver. Aunque como alguna vez dijo José Emilio Pacheco con respecto a un libro “moriré si haberlo leído”. Así pasa con el cine, moriré sin haberlo visto todo y arrepentido de las tardes que desperdicié tomando whisky barato y viendo La Academia.

En fin. Pasemos a lo nuestro.

Faces representa un reflejo brutal de la hipocresía de la clase media alta norteamericana de finales de los años 60, en el cual el mundo de aparente pulcritud y seriedad esconde seres humanos podridos y perversos capaces de engañar, mentir y traicionar a la menor provocación con la certeza de que no hay escape, de que no hay una vía posible de solución y que estamos encentrados en un círculo infinito de miseria en el cual sólo queda sentarnos a la mesa para degustar otro plato de mierdosa vida cotidiana y pensando en la dulce sensación del filo de la navaja presionando el cuello de aquel quien dice amarte.

Filmada en blanco y negro, Faces es un estudio demoledor del la soledad del ser humano que se encuentra rodeado de personas (desmintiendo las cifras de millones de seres humanos) pero que al mismo tiempo busca consuelo temporal en lo que se sabe, es pasajero, y que al final sólo habrá de enfrentarnos con otra dosis de miserable realidad humana. Tú traicionas, mi rostro se contrae. Yo traiciono, tu rostro enloquece. Nosotros, ustedes, ellos, todos, todos, todos en una espiral de rostros crispados por la rabia, por la frustración y la falta de un miserable consuelo. Ojo, no apta para desesperados, solitarios, lujuriosos, o tristes. Y al mismo tiempo indispensable para todos.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy profundamente indignado y dolido por tus afirmaciones sobre el Golf. ¿Por qué considera que es estúpido? Yo amo ese deporte, mi papá lo practicaba y me llevaba al campo a verlo jugar desde muy pequeño. Cuando crecí, me convertí en su "cady" y me enseñó el golpeo.
No puedo crer que existan personas tan insensible como usted que hablan sin saber que pueden herir a las personas. Debería conocer el Golf y enamorarte de él, si es que aún puede sentir amor su corazón desolado...

B. Rimbaud dijo...

Dejando de lado el desasosiego que me produce el comentario anterior, y alejando de mi mente el golf por miedo a dejar todo en mi vida y dedicarme a dicho "deporte", escribo lo mío.
Suena interesante la película y más porque aborda la miseria humana, que no es otra que la soledad en medio de los millones de humanos, que reviste tantas máscaras como hombres hay en la tierra. Parece que el enfoque estadounidense le sumaría más esa sensación de naúsea con la que uno voltearía y se vería viendo realitys con una bolsa de palomitas (Act II) viviendo en un suburbio...

Saludos, interesante película Chacón....

Anónimo dijo...

Estimado anónimo:

Mantengo mi opinión con respecto al golf. Imagino además que así como hay deportes, sucesos, o creencias que en lo particular me parecen detestables, es sumamente probable que algo similar suceda con usted. ¿O acaso usted ama todo en la vida?. Lo invito a iniciar un diálogo que resulte mutuamente enriquecedor ya que ambos tenemos todo el derecho a manifestar nuestos afectos y desprecios.

Anónimo dijo...

Yo considero que no amar el Golf supone una posición cercana a la ideología y no al amor o desamor por el deporte. Me explico.

Para jugar Golf, Usted debe contar con por lo menos 40 hectáreas, digo para que sea emocionante tener unos 8 hoyos. Tendrá también un equipo muy sofisticado y alguien a su servicio, eso que se llama "cady", pero también tendrá un ejército de jardineros, agrónomos y especialistas en topografía que le den mantenimiento a su "exclusivo campo de Golf", además no lo jugará después de la jornada de trabajo, no claro que no, lo jugará cuando todo mundo está en su jornada de trabajo. Así que es muy probable que Usted goce de privilegios idénticos a los que gozan el .01 % de la población en México. ¿supondrá por tanto un perfil ideológico o político o de clase jugar ese elitista, exclusivo y mamón jueguito?. Además casi todos los que juegan Golf tienen, como coloquialmente se dice, una papa en la boca.

Aunque... no se entriztesca, Yo aspiro algún día a tener mi propio campo de golf con algunas diferencias fundamentales como tener casitas en los árboles repartidas por el INFONAVIT, no tenerlo alambrado para que sirva de parque e ilumnarlo por las noches con luciérnagas para no incrementar el consumo de energéticos. ¿Quiere ser mi socio?

Anónimo dijo...

Ignoraré, aunque mostrando mi respeto, a los cometaristas segundo y cuarto. Con ellos no discutiré, del odio no nacerá odio en mí. A los dos, sinceramente, les deseo lo mejor y que la vida, que hasta ahora los ha tratado sin clemencia y les ha endurecido el corazón, sea benévola y que, mientras tanto, encuentren un camino mejor para descargar sus frustraciones y tormentas internas. No es lícito, amigos, culpar a los otros de la desgracia que ya sea el destino, ya los yerror o el azar,les han traído.

A Jorge Chacón debo, primero, felicitarle por lo conciso y claro de su respuesta. Atiendo a su invitación y me prestaré al diálogo.
Según distingo, se trata de determinar si todos odiamos algo y, por tanto, no debemos quejarnos ante los odios de los otros, que bien pueden chocar con las preferencias de uno mismo.
Si yo aceptara tal hipótesis, podría justificar el odio racial, podría legitimar la invasión, el despojo, la intolerancia. Es cosa muy humana tener preferencias. También es cosa muy humana repugnar. Pero lo que no puedo aceptar es el insulto imprudente. Si a mi no gusta algo, simplemente lo dejo de lado, pero no lo insulto, ni lo odio ni lo destruyo. Antes bien lo critico con razones, lo cuestiono con inteligencia o lo transformo con maestría.
Al que no está de acuerdo conmigo lo escucho e intento comprenderle y, si aún creo que mi opinión es la mejor, intento convencerle y si, en cambio, él me ha convencido, lo sigo en sus decires.

Por lo anterior, opino, no es recomendable insultar algo o alguien sin conocerle. En todo caso, usted nunca ha dicho las razones de su odio por el Golf. Yo, en cambio, dí las razones de mi amor.

Por otro lado, respondo a su pregunta: claro que no amo todas las cosas. No amo la guerra, no amo el odio, no amo los insultos. Y es precisamente esta posición lo que me impide guerrear, insultar y odiar.

Vendrá, por supuesto, la pregunta de si yo odio al odio, hago guerra a la guerra e insulto al insulto. A nte la provocación, preámbulo del pleito, respondo com amor. Ante el odio doy comprensión o esquivo su embestida. Ante el isulto doy oídos y devuelvo lo mejor de mis palabras.

No amo todo, pero eso no quiere decir que odie algo.

Con más ideas que desarrollar debo despedirme, espero la conversación nos lleve a una encrucijada de opiniones.

P.D. Seguiré presentándome como Anónimo. No hago esto por temor sino por pudencia.

Anónimo dijo...

Estimado anónimo, por prudencia le escribo mi nombre con la fuerza de mi personalidad: Luis León.

Y con prudencia también le señalo sus endebles cimientos discursivos, no por cursis claro está, ya que al evitar el diálogo con "los comentaristas segundo y cuarto" y escribir que "Al que no está de acuerdo conmigo lo escucho e intento comprenderle" y más aún en su prosa asustona y ceremoniosa se atreve a decir "si aún creo que mi opinión es la mejor, intento convencerle y si, en cambio, él me ha convencido, lo sigo en sus decires", creo que lo deja como al Rey que se vistió desnudo, y solo la insolencia de la niñez le hizo ver su mundo, mundito, para este caso de Golf.

Y más aún, interpretar en la franqueza un corazón dolido por la vida, y todas esas cosas que comenta y que dejan ver la marca de su televisor, sus comentaristas favoritos y por supuesto la tinta de su plumín, que esperaría fuese montblanc de lo contrario le sugiero que use su plástico, por que su efectivo debe estar especulando, para adquirirlo.

O quizá me equivoque y sea un esnobista de izquierda, de esos que alaban lo que no amenaza su mundo de Golf, finalmente como dice Usted "la desgracia que ya sea el destino, ya los yerror (así lo escribió)o el azar,les han traído", deja ver que no hay remedio para nada, resignación pues hijos mios, seguramente esa es la palabra de Dios para Usted.

Y también para Usted todo está en equilibrio por obra divina, y en desequilibrio por el maldito azar o destino, pues déjeme decirle, si aún está leyendo esta metralla para su cursi y recortado (por lo del green) intelecto, que su pensamiento mágico tiene muchos exponentes en el mundo, que las ideas progresistas se topan con gente como Usted y que el concreto que detiene el cause (me estoy viendo cursi) tiene un periodo de vida.

Siga jugando y no odiando, escúdese en la indiferencia, súbale a su vidrio (será blindado), viva y Golfeé en sus grandes gettos, perdón cotos, yo también seguiré veviéndome la vida, espero acusarlo con San Pedro cuando muera, aunque quizás allá no sienta ese "odio" sino puro amor. JAJAJAJAJAJAJA. Le ruego no enfurecerse y tratar de convencerme, Yo nunca lo intentaré en alguien que ya creció.

Anónimo dijo...

Podría pensarse que la persuasión es una actividad poco ilustre, y de alguna manera hasta denigrante, sin embargo usted estaría con tal afirmación desdeñando toda la metodología mayéutica, puesto que dicha persuasión como indica el anónimo no tiene como finalidad el engaño, sino mas bien el acto altruista de mostrar a personas menos afortunadas un discurso mas sólido dentro de la forma argumentativa.
Y si entrásemos en campos de corrección lingüística que yo mas bien observo dentro de su respuesta como una forma de defensa frente a su ignorancia el término esnobismo esta escrito de forma incorrecta, la raíz es snob, por lo cual es snobismo, pero no le culpo suele suceder que algunas veces la ignorancia nos lleva al error de utilizar palabras indiscriminadamente por lo cual adjunto la referencia y vera usted que el termino al que quiso referir usted esta mal escrito -*http://nl.wikipedia.org/wiki/Snob
Por otra parte, habría que ver que tanto sabe usted sobre dialéctica de la materia que le lleva a hablar de un “esnobista” de izquierda, creo que usted no entiende siquiera la filosofía marxista así que evite hacer referencias o estudie a Hegel y le permitirá observar que no existe ninguna oposición aparente entre el golf y la negatividad desde una perspectiva moral de la plusvalía, y si la existe me gustaría que usted me la explicara de una forma convincente es decir que me explique que momento de la dialéctica triádica lo lleva a sustentar tal afirmación.
Por otra parte su pseudo postura anti progresista me resulta risible, critica usted a las personas con poder adquisitivo y mírese aquí unido al proceso de globalización a través del Internet, piense usted también en todas las personas imposibilitadas para acceder a su asnalidad y compadézcase de ellas, acaso ¿no es esto lo que manifiesta?, que las personas que tienen acceso a pasatiempos que implican cierto poder adquisitivo deben ser acusados con san Pedro, amigo solo le digo que prepare su defensa.
anonima

Anónimo dijo...

Estimados Anónimo y Luis León:

Sugiero elevar el nivel de la discusión evitando el caer en la descalificación del adversario. No olviden que por lo general, al momento de debatir, el insulto es la única vía que le queda al que no tiene más argumentos para exponer.

Por otra parte, sugiero que nos limitemos al plano de las ideas y hagamos a un lado aquellas florituras referentes a puntos, comas, gerundios, conjugaciones, diéresis y demás.

Ahora bien, y en lo que refiere a mi aversión hacia el golf, debo aclarar que no es mi intención cambiar las aficiones de nadie. Vamos, si usted mi estimado anónimo, encontró en el golf algo que le resulta altamente significativo, yo no encuentro razón alguna para que cambie de parecer. No necesito explicar mis por qué o mis comos, ni necesito que me exponga los suyos. El sentido último de un blog radica en la libertad de expresar las propias opiniones, aún a pesar de que estas puedan zaherir la sensibilidad de otros.

En lo personal he recibido críticas por demás hirientes de aquellas pequeñas y grandes cosas que me llenan la vida, pero eso no me hace querer cambiar puntos de vista. Si alguien detesta mi música, mis películas, mis amores, mis calles, mi gente o mis devociones, realmente no me importa.

No ando por la vida sintiéndome ofendido por lo que hacen o dicen los demás. No puedo darle ese poder a los otros.

Estimado anónimo, lamento (y al mismo tiempo celebro) que este humilde blog haya tenido la capacidad de ofenderlo, pero al mismo tiempo creo que este tema ya no da para más. Reciba un cordial saludo.

Anónimo dijo...

En esta serie de dimes y diretes sobre el golf el que sale perdiendo es el prudentísimo, cobarde, embozado, resentido, cursi defensor de lo indefendible Anónimo, porque no saca la cara y se escuda en “prudencia”, en su indefinición sexual, de género, porque no se sabe si es hombre o mujer (¿así son todos los golfistas, indefinidos sexualmente y por eso juegan golf’?).

Siempre las grandes canalladas, las menos valientes, las menos inteligentes, las más corruptas, las más criminales acciones tienen ese estigma del anonimato, propio de los francotiradores, de los traidores, de quienes no pueden revelar quiénes son porque no actúan por cuenta propia ni inteligencia propia, sino como títeres y son movidos por los más deleznables intereses por otros cobardes igual que “eso” o que “ello” (pronombres neutros para los indefinidos sexualmente).

Felicidades al autor que se identifica como un ojo y a Luis León, asimismo a Jorge Chacón por su valiente y sensata propuesta.

Anónimo dijo...

Ignoraré, una vez más, comentarios de advenedizos que no fueron nunca invitados al diálogo, al menos de mi parte.
Digo lo anterior porque, según puedo comprobar, el único invitado al diálogo sobre este tópico en particular fui yo. Lamento que bastara una sóla contra réplica para que Jorge diera por agotado el tema. Entre su primer y su segundo escrito no veo mayor diferencia, incluso podrían ser intercambiados. Lo que quiero decir es que ni siquiera se inicio el pretendido diálogo, comenté yo, Chacón respondió invitándome a dialogar, atendí al llamado para que el anfitrión de este blog diera por agotado el tema.

En fin, me despido por ahora.

Anónimo dijo...

Joven Venzor, respondo a su comentario, y le comento que quien escribió el comentario firmado como anónima soy yo, y efectivamente soy mujer, y no tengo ningún temor a decir mi nombre, y es la carencia de una cuenta lo que me forzó a utilizar el anonimato, no se preocupe que no soy nada de lo que usted dice, no me considero inferior intelectualmente a usted y no tengo ningún interés mas que el de evidenciar lo débil de las criticas realizadas al joven anónimo por parte de Luis León, si a usted lo ha molestado tal actitud debería replantear su pirámide de prioridades, si cree que realizar este tipo de descalificaciones y llegar a un punto donde usted identifique mi identidad anónima con la de un criminal es valida le aconsejo volver las líneas de argumentación básica, por que eso no es ni siquiera una argumentación falaz es mas bien una muestra de gran ignorancia.
Y mi nombre es Daniela Jiménez si esto le devuelve a usted el sueño no soy secuestradora ni francotiradora ni tengo como fin hacerle a usted alguna infamia se que mi nombre le dice lo mismo de mi que el anonimato pero tal vez así pueda usted descansar de nuevo y dejar la paranoia que si me permite aconsejar debería tratar con terapia psicológica.
Le comento también que desde mi percepción no es suficiente que usted trate de invalidar mi critica debido a el hecho de ser anónima, creo que la argumentación es válida y que lo que critico es debido a que tengo cierto conocimiento al respecto, reitero que quien no es capaz de criticar o comprender el fondo de algo se fundamenta en criticar su forma, no le culpo no es deber suyo saber de lo que yo se, su deber sería abstenerse de emitir juicios precipitados, que puedan sonar mas a insultos.

Anónimo dijo...

Daniela:
Agradezco sus comentarios y, reflexionando sobre imprudencias, impericias, e insultos, tomé cartas en este asunto modificando aquello que causó tanto alboroto. La invito a que siga visitando este espacio para comparir su, para mi, valioso punto de vista.

Anónimo dijo...

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