¿De dónde surgió el cinéfilo sarnoso?

2008/02/15

Para Miguel Angel, que nunca más podrá ir al cine

¿De dónde surgió el cinéfilo sarnoso?

No están ustedes para saberlo pero yo si para contarlo, pero mi cinefilia no surgió de las aulas de clase, por el contrario dio inicio en salas de cine de lo más variopinto. Claro que hubo dos en lo particular que me marcaron por la enorme diversidad de cintas que pude ver en mi infancia.

Cuando era niño mis vacaciones nunca fueron como las de mis compañeritos. Casi todos presumían de viajes a la playa o al extranjero. Un servidor pasaba sus veranos en Allende, un pequeño poblado cerca de la frontera con los Estados Unidos, y en el que la única diversión consistía en dos salas de cine destartaladas, el Teatro Cinema Rosalía y el Cine Teatro Elizondo. En el primero exhibían películas de todas las nacionalidades, en el segundo cine hablado en español.

Por lo general me la pasaba en el Rosalía a excepción de martes y miércoles en que se proyectaban películas para “adultos”. Pero de jueves a lunes la vida era maravillosa ya que me tocaron en suerte programas triples maravillosos en los que pude ver, en una sola sentada, Tiburón, Contacto en Francia, Vaselina y Cabo de Miedo (la original).

Pero no sólo exhibían películas comerciales, me tocó ver cintas de Fellini, Kurosawa, Truffaut, Loui Malle, Darío Argento, William Friedkin, Francis Ford Coppola, Volker Schlondorff, y un larguísimo etcétera. Y es que no importaba que se exhibiera, había un público cautivo que siempre asistía y al que no le importaba realmente lo que estuviera en pantalla.

Fue un tiempo en que me toco ver las películas en blanco y negro de Batman y Robin, de Superman y Flash Gordon, mismas que no eran sino antiquísimos seriales norteamericanos unidos de una forma chapucera para simular largometrajes. Recuerdo con especial ternura uno de los “mounstros” de Flash Gordon, era un pulpo asesino interpretado por un pobre actor en el interior de una botarga y que , al no tener ocho brazos, sólo movía tristemente dos tentáculos mientras que nuestro héroe fingía una batalla encarnizada. Si a mis escasos ocho años me pareció ridículo, imagínense ahora.

Ver todas estas cintas me creó una afición casi indiscriminada por la magia de la pantalla en movimiento. Lo importante era estar ahí, comprar el boleto y subir por esas escaleras pegosteosas para hundirme en la fantasía total, en el absurdo maravilloso de los monstruos, jinetes y bandoleros. De los amores imposibles y los héroes inmaculados. De los vampiros horripilantes y los bailarines multicolores.

Pero todo eso ahora es poco menos que nada. Apenas un recuerdo que dentro de poco sonará a añoranza senil en los oídos de aquellos que nunca conocieron algo más que las salas de un centro comercial.

Hoy por la noche brindaré por mis viejas salas de cine, por todos aquellos que compartieron ese espacio y fantasía, por todos los que trabajaron en los cines de cada pueblo, de cada ranchería, de cada colonia olvidada. Brindaré por la Sra. Teresa Hernández, que durante muchos años hizo la programación de películas en casi todo el estado de Jalisco. Brindaré por mi tío Juan, que desbarató su vida y sus pulmones con su proyector de cine portátil en las poblaciones cercanas a Monterrey. Brindaré por los trabajadores en huelga desde hace más de 10 años del Cine del Estudiante. Brindaré por todos ellos, pero también por ti que amas el cine, mi prójimo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ah caray! un final casi bíblico.

Jorge L. Chacon dijo...

¿Y eso es bueno o es malo? ¿o simplemente no lo esperaba?

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Si se trata de desentrañar las influencias, conscientes o no, del sarnoso cinéfilo, creo que suena a algún poema de Baudelaire..."Al lector" la introducción a "Las flores del mal", en su último verso. Con la biblia pues quizá, aunque no me sé el pasaje.

Saludos.

B. Rimbaud dijo...

Salud, pues!

Anónimo dijo...

¿Dónde estás Chacón que no te vemos?

Anónimo dijo...

Hola Jorge: Que interesante tu blog... no soy muy adicta al cine y cuando lo disfruto la mayoria de las veces es cine comercial pero tal vez comience a pedirte algunos titulos prestados, me gusto mucho leerte, escribe mas seguido prometo pasar por aqui. Saludos!

Patty =0)

Anónimo dijo...

PD: tu frase de "al amor nunca hay que sacarle la vuelta aunque termine un BIEN madreado" me gusto mucho y creo ke tienes toda la razón, siempre hay que arriesgar...