Hiroshima Mon Amour: El amor entre las ruinas

2008/11/13

Hiroshima Mon Amour: El amor entre las ruinas

Dirección: Alain Resnais

Guión: Margarite Duras

Fotografía: Sacha Vierny

Música: Georges Delerue

Edición: Jasmine Chasney

Intérpretes: Emmanuelle Riva, Eiji Okada

Origen: Francia/Japón 1959

Duración: 88 minutos.

Aspecto en pantalla 1.33:1

DVD: Bellísima edición de Criterion, adquirida por menos de 50 pesos en el botadero de Blockbuster de Av. México en GDL.

Con afecto para Iwaly.

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- No viste nada en Hiroshima. Nada.

- Lo vi todo. Vi el hospital. Estoy segura.

- No viste nada en Hiroshima. Nada.

- Cuatro veces en el museo de Hiroshima. Vi gente caminando, perdida en sus pensamientos, entre las fotografías, las reconstrucciones a falta de algo más. Las explicaciones a falta de algo más. Cuatro veces en el museo de Hiroshima. Miré a las personas. Perdida en mis pensamientos miré el metal retorcido. Tan vulnerable como la carne. Vi el amasijo de tapas de botella. ¿Quién lo hubiera pensado? Carne humana, suspendida como si aún estuviera viva, su agonía aún reciente. Masas anónimas de cabello, el que las mujeres de Hiroshima al despertar descubrían haberse caído.

*

Nunca una película o un documental sobre las bombas atómicas caídas en Japón me habían impresionado tanto como los primeros 20 minutos de esta cinta. Lo que empieza como un juego visual de dos cuerpos entrelazados, se convierte en un recuento (desde la perspectiva de una turista) del nivel de destrucción alcanzado y las secuelas (físicas y mentales) con las que tuvieron que vivir los desafortunados sobrevivientes de Hiroshima.


Pero entre los resabios del dolor surge algo que se parece al amor entre un hombre que es consciente de que su propia tristeza jamás será entendida por aquella que viene de lejos (Tú no has visto nada), y la mujer que entiende que aquel a quien ama jamás podrá ser consolado. Porque, de cierto estoy, no hay amor que pueda restañar las heridas ni bendecirnos con el olvido. Está bien, puede surgir entre las ruinas, ¿pero para qué?, ¿para hundirnos más en el recuento de daños?, ¿o será que sólo necesitamos algo a que aferrarnos?

Magistral cinta de Alain Resnais, en el que el breve encuentro entre un arquitecto japonés qu perdió su familia y su ciudad en el bombardeo atómico y una actriz francesa nos lleva a un viaje en el que se pretende exorcizar los demonios del sufrimiento y la angustia, y al mismo tiempo la búsqueda de la compasión final.

Incomprendida durante mucho tiempo, su para entonces novedosa mezcla de material documental con ficción, representa para un servidor la forma misma que tenemos de vivir el dolor de la memoria. Aparentemente todo ha pasado pero al mismo tiempo es la piedra que se carga sobre los hombros recordándonos en todo momento de dónde venimos. Pero no hay una dirección a dónde ir. Sólo quedan los pequeños esfuerzos para vencer a la muerte diaria. Pero también son inútiles. Y lo seguro y definitivo es el adiós.


Este es para mí, junto con A bout de Souffle de Jean-Luc Godard, los filmes que representan el espíritu de la nouvelle vague francesa, y no las postreras cursilerías de Francois Truffaut.

Les comparto la secuencia inicial dividida en tres partes.



MONSTRUOS CONTRA ALIENS !!!

2008/11/04

MONSTRUOS CONTRA ALIENS !!!

Este es el trailer más cool que hay visto en años. Ese niño interno mío que se regocijaba en las matinées de Godizlla está al borde del delirio histérico:




Quiero ver esta película, quiero verla YA!!!

3-Iron: El silencio, un fantasma, la pasión

2008/11/03

3-Iron: El silencio, un fantasma, la pasión

Dirección: KIM Ki-duk

Guión: KIM Ki-duk

Fotografía: JANG Seung-bae

Edición: KIM Ki-duk

Intérpretes: LEE Seung-yeon, JAE Hee

Duración: 90 minutos.

Origen: Corea del Sur, Japón 2004

Aspecto en pantalla: 1.85:1

DVD: Film House. Edición modesta con algunos extras. Por lo menos está en presentación widescreen. A un servidor le costó 29 devaluados pesos (original), por lo que no es necesario buscarla con su pirata de confianza.

Un hombre del que nunca sabremos su nombre (y jamás escucharemos hablar), se dedica a pegar volantes de promoción de comida rápida. Una vez pegados, regresa horas más tarde para identificar las casas o departamentos que están solos y entrar en ellos. Una vez adentro, lo que menos hace es robar, por el contrario, asea la casa, lava la ropa, e incluso arregla aquellos artefactos que presentan alguna descompostura. Su vida transcurre de manera relativamente apacible hasta que en una ocasión se da cuenta de que la casa que eligió no estaba sola. Hay una mujer maltratada por un marido salvaje. Entre los dos se empieza a desarrollar una relación marcada por el silencio y en la que ella participa y hace suyo el cotidiano operar de él. Pero nada es para siempre.


Dulce, hermosa cinta de KIM Ki-duk, en la que una relación de pareja surge no a partir de declaraciones, promesas o regalos (como sucede acá en la vida supuestamente real), sino de los gestos cotidianos, del hacer y cuidar más que del proponer. Porque en la carencia de palabras pude sentir la caricia profunda de la mirada, la invitación a descubrir universo en la sonrisa. Pero también, darse de frente con la realidad para, de forma dulce pero al mismo tiempo brutal, percatarse de que todo aquello en que se tenía fe, simplemente no existe. Es sólo un fantasma para acompañar el abandono. Pero ustedes y yo tenemos derecho a plagar nuestras respectivas soledades con todos los fantasmas con los que estemos en posibilidad de atormentarnos (y acompañarnos).

Indispensable para los que estén cansados de las palabras, para los que crean en fantasmas, para los que estén deseando amar.

Punto y aparte: En el material extra me sorprendió la rapidez vertiginosa con la que se filmó la cinta. ¿Cómo es posible que un filme marcado por la delicadeza y la ternura sea elaborado con casi la misma rapidez con que se realiza un videohome de Flavio Peniche?