Quiero ser uno de los artistas de la catedral que se levanta en la llanura. Quiero ocuparme a mi mismo esculpiendo en piedra la cabeza de un dragón, un ángel o un demonio, o quizá un santo; no importa; encontraré el mismo placer en cualquier caso. No importa si soy creyente o un ateo, cristiano o pagano, trabajaré con el mundo entero para construir una catedral porque soy un artista y un artesano, y porque he aprendido a dibujar caras, miembros y cuerpos en la piedra. Nunca me preocuparé del juicio de la posteridad o de mis contemporáneos; mi nombre no se esculpió en parte alguna y desparecerá conmigo. Pero una parte de mi sobrevivirá en la totalidad anónima y triunfante. Un dragón o un demonio, o quizás un santo, no importa!
Ingmar Bergman
5 comentarios:
Válgame, para un cinéfilo esto debe pesar más que la muerte de un familiar.
Mi más sentido pésame Jorge.
(En estos casos es cuando uno se pone a pensar en si la inmortalidad está reservada a los artistas, pensadores, científicos, almas nobles y en suma, para los hombres y mujeres que nos dejan algo de ellos en sus obras)
Hola saludos soy Daniela, de Bergman me gustó mucho el septimo sello sería interesante que hicieras una disertación sobre la escena final ¿te acuerdas? donde el diálogo describe a todos los personajes tomados de la mano de la muerte, me parece que ese sería un trabajo muy interesante.
Yo no me considero una experta en cine y no veo películas de arte solo por que así las clasifiquen en los lugares de venta, pero esta en especial de Bergman me encantó así que espero ver algo al respecto.. suerte¡
Daniela: Con todo gusto atenderé tu sigerencia pero antes necesito ver otra vez la película que sugieres, ya que la vi hace más de 15 años en un ciclo que me permitió conocer la mayor parte de su obra ("A través de un cristal obscuro" fué una experiencia aterrorizante). Afortunadamente tengo una copia en dvd. Gracias por la visita. ¿Cuando podremos ver tu propio blog?
Carlos: Es una extraña mezcla de sensaciones porque, si bien es un tanto exagerado hablar de dolor, creo que por otra parte si pega en el estado anímico porque implica recuperar las experiencias y sensaciones obtenidas por y a través de sus películas. Traer de nuevo a lo imaginario las personas, lugares y tiempos que alguna vez fueron compartidos y ahora son mundos independientes, lejanos e imposibles. No hay dolor como tal, sólo una urgente necesidad de seguirme maravillando ante una obra increíblemente consistente (quizá sólo pueda equiparársele Kurosawa), y compartir con aquel que lo desee, el universo de Bergman. Y por cierto, tengo la transcripción del guión completo de "Sonata de Otoño", si alguien desea leerlo, basta con que deje un mensaje por aquí y con todo gusto se lo haré llegar.
Waw... un pérdida grande, no?
Te dejo un fuerte abrazo y lo mejor para esta semana!!
Aún sigo leyendo los cuentos!
Lunes negro, también Antonioni murió.
Publicar un comentario