Michelangelo Antonioni: 1912-2007

2007/07/31

Las películas nacen como los poemas nacen en el corazón de un poeta. Palabras, imágenes y concepto se presentan en la mente, mezclados unos con otros, y el resultado es un poema. Creo que lo mismo sucede con las películas.

Michelangelo Antonioni

Ingmar Bergman 1918-2007

2007/07/30

Quiero ser uno de los artistas de la catedral que se levanta en la llanura. Quiero ocuparme a mi mismo esculpiendo en piedra la cabeza de un dragón, un ángel o un demonio, o quizá un santo; no importa; encontraré el mismo placer en cualquier caso. No importa si soy creyente o un ateo, cristiano o pagano, trabajaré con el mundo entero para construir una catedral porque soy un artista y un artesano, y porque he aprendido a dibujar caras, miembros y cuerpos en la piedra. Nunca me preocuparé del juicio de la posteridad o de mis contemporáneos; mi nombre no se esculpió en parte alguna y desparecerá conmigo. Pero una parte de mi sobrevivirá en la totalidad anónima y triunfante. Un dragón o un demonio, o quizás un santo, no importa!

Ingmar Bergman

Fur - El placer de la seda: los placeres secretos, las oportunidades perdidas

2007/07/24


El placer de la seda
Dirección: Yvon Marciano
Guión: Yvon Marciano
Intérpretes: Marie Trintignant, Sergio Castellito
Origen: Francia, Suiza, Bélgica, 1996
Duración: 109 minutos
DVD: Film House

Fur

Dirección: Steven Shainberg
Guión: Erin Crecida Wilson

Intérpretes: Nicole Kidman, Robert Downey Jr.
Origen: USA, 2006
Duración: 122 minutos
DVD: New Line

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Con afecto y respeto para Daniela Jiménez

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Las aficiones obscuras del género humano han sido, casi desde que el cine existe, un objeto de análisis fascinante para numerosos cineastas.

En efecto, ya desde que se empezaron a filmar los pequeños y grandes acontecimientos de la vida humana, hubo quién tomó una cámara y se le ocurrió filmar las expresiones comportamentales de la sexualidad que no tenían que ver con la mal llamada “normalidad”. El llamado cinema polison se exhibía principalmente en prostíbulos como un atractivo más para su distinguida clientela. En esos filmes aparecía, faltaba más, todas las posibles variantes de entretenimiento familiar sexual, incluidos fetichismo, zoofilia, sadomasoquismo, y todos los etcéteras que de seguro más de uno de mis lectores ha probado.

Se preguntarán mis tres lectores ¿a qué viene tanto rollo?, simple, hoy les voy a comentar con respecto a dos cintas que, aunque en un principio me pareció que iban a ahondar en los vericuetos del alma humana y el cómo aquello que por otros es visto como perverso, de pronto, se convierte en algo deseable.

En el caso de El placer de la seda, se nos presenta la historia de una mujer que sustituye el objeto de su deseo de un hombre a un trozo de seda (preferentemente robado), provocando su contacto un éxtasis brutal que ocasiona incluso el desvanecimiento. Encerrada en un hospital psiquiátrico, es atendida por un médico que descubre en esta mujer algo más allá de la “enfermedad mental”, una cualidad para percibir la dimensión sexual de un trozo de tela. Fascinado por su descubrimiento, trata de ahondar en los motivos de su afición pero, y aquí es donde todo se va al traste, la cinta da un giro de 180 grados y se convierte en un melodrama sobre los amantes que no pueden vivir juntos y que se quieren a pesar de todo. Lo que daba para un muy interesante estudio sobre el por qué y el cómo, se convirtió en una cursi película de época de esas que de pronto aparecen el canal de Hallmark.

Por lo que toca a Fur, se nos presenta un relato “inspirado” en la vida de Diane Arbus, célebre fotógrafa que retrató el mundo solitario y oscuro de los renegados y anónimos de la sociedad norteamericana de la posguerra.

Diane es una mujer de clase media que ayuda a su marido en su trabajo como fotógrafo de modas hasta que una noche, al mirar por la ventana a su nuevo vecino, se descubre a si misma con el deseo de ver y ser vista por un extraño. Extraño que resulta ser un fenómeno de circo que poco a poco la introduce a un mundo en que la normalidad es obscena y la deformidad es la vida misma.

Fascinada por este mundo poblado de enanos, mancos, hombres lobo y demás criaturas, Diane abandona poco a poco el mundo seguro y cálido de una vida tranquila para sumergirse en un ámbito en que se siente ajena y al mismo tiempo en casa.

Pero al igual que en la película anterior, el director no supo, o más bien no se atrevió a entrar en el proceso a partir del cual se abandona lo convencional y empieza la fascinación por lo mórbido. De manera lamentable se abandona el desarrollo de un personajes increíblemente complejos como los de Diane y de Lionel, para asentarse directamente en el ámbito de la telenovela.

Fallidas pero l mismo tiempo indispensable, estas cintas nos pueden servir para reflexionar sobre aquellas cosas que nos llena y vacían la vida, no sólo en el ámbito de la sexualidad, sino en todo aquello que nos define como seres independientes, pensantes, y siempre e inevitablemente, dolientes.

Pásele, pásele, sensacional película: Face, todo el rencor, miseria, odio y desprecio que la sociedad americana puede soportar, vivir y reproducir

2007/07/12

Faces fueron 215 páginas contra la clase media americana, una expresión de horror hacia la sociedad en general, centrada en un matrimonio. En ella, los hombres usan lo que conocen –las técnicas empresariales— para verificar su nivel de aceptación social. Hacen el amor con un ojo vuelto hacia el respeto y el aplauso, que significarían para ellos que la vida es algo más que la oficina, que su enfermedad moral y aburrimiento pueden ser curadas... si una mujer los encuentra atractivos”.

John Cassavetes

Dirección: John Cassavettes
Guión: John Cassavetes
Fotografía: Al Ruban
Edición: Al Ruban, John Cassavetes
Música: Jack Ackerman

Intérpretes: Gena Rowlands, John Marley, Lynn Carlin, Seymour Cassel
Origen: Estados Unidos, 1968
Duración: 129 minutos
Aspecto en pantalla: 1.78:1
DVD: Filmoteca FNAC

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Para mi mala suerte (o por puro méndigo capricho) me ha dado por aprovechar mis horas de insomnio poniéndome al día con las decenas de películas que aún tengo pendientes por ver. Aunque como alguna vez dijo José Emilio Pacheco con respecto a un libro “moriré si haberlo leído”. Así pasa con el cine, moriré sin haberlo visto todo y arrepentido de las tardes que desperdicié tomando whisky barato y viendo La Academia.

En fin. Pasemos a lo nuestro.

Faces representa un reflejo brutal de la hipocresía de la clase media alta norteamericana de finales de los años 60, en el cual el mundo de aparente pulcritud y seriedad esconde seres humanos podridos y perversos capaces de engañar, mentir y traicionar a la menor provocación con la certeza de que no hay escape, de que no hay una vía posible de solución y que estamos encentrados en un círculo infinito de miseria en el cual sólo queda sentarnos a la mesa para degustar otro plato de mierdosa vida cotidiana y pensando en la dulce sensación del filo de la navaja presionando el cuello de aquel quien dice amarte.

Filmada en blanco y negro, Faces es un estudio demoledor del la soledad del ser humano que se encuentra rodeado de personas (desmintiendo las cifras de millones de seres humanos) pero que al mismo tiempo busca consuelo temporal en lo que se sabe, es pasajero, y que al final sólo habrá de enfrentarnos con otra dosis de miserable realidad humana. Tú traicionas, mi rostro se contrae. Yo traiciono, tu rostro enloquece. Nosotros, ustedes, ellos, todos, todos, todos en una espiral de rostros crispados por la rabia, por la frustración y la falta de un miserable consuelo. Ojo, no apta para desesperados, solitarios, lujuriosos, o tristes. Y al mismo tiempo indispensable para todos.

Una mujer bajo la influencia: el lento descenso a la locura

2007/07/06


Dirección: John Cassavetes
Guión: John Cassavetes
Fotografía: Caleb Deschanel
Edición: David Armstrong
Música: Bo Harwood
Intérpretes: Gena Rowlands, Peter Falk
Origen: Estados Unidos, 1974
Duración: 155 minutos.
Aspecto en pantalla: 1.85:1
DVD: Filmoteca FNAC

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Angustiante relato sobre el infierno personal de una mujer que, siempre al borde de la locura, realiza un constante esfuerzo por no perderse por completo aferrándose a las pocas cosas que tiene a la mano (casa, hijos, marido), pero al mismo tiempo alejándose inexorablemente de la razón hasta que una estancia en un hospital psiquiátrico termina por perderla por completo..

Gena Rowlands, en el que para un servidor es el relato más convincente, no de la locura, sino de la desesperación humana, supo crear uno de los personajes más conmovedores de la historia del cine, el de un ser humano que no sólo enfrenta un desequilibrio, sino de la persona que se da cuenta de lo que le está pasando sin que pueda hacer nada por evitarlo.

Obra maestra del cine independiente norteamericano, este film es obligado para todo aquel que se hay cuestionado con respecto a los límites entre cordura y enfermedad. Porque al fin y al cabo no dejo de preguntarme, ¿para que querría esta mujer ser “normal”?, ¿para cuidar con singular gusto y alegría de los hijos, el marido y la casa?, ¿no es acaso más desquiciante el querer una vida normal?, ¿no será acaso que lo que causa la locura es el amor, la sociedad, la moral, las reglas, los impuestos, la televisión, la religión y el sólo hecho de tener que estar vivo?, ¿no es necesario estar demente para aguantar tanta porquería?.

Nota: Con tal de mantener su visión, Cassavetes decidió distribuir él mismo su película.